sábado, 14 de enero de 2012

Hay una parte de mí algo oscura. Tengo tendencia a la depresión, aunque desde que Liev, mi marido, llegó a mi vida y luego vinieron los niños, todo es mejor.
Desde niña era muy introvertida y estaba algo acomplejada. Me pasaba los días en la cama, sin querer salir y alimentando pensamientos muy oscuros. Nunca veía el vaso medio lleno.
Entre mis sueños no está una boda de ensueño. Mi madre se divorció dos veces y nos obligó a una vida nómada. Mi padre murió cuando yo era niña. Liev viene de un ambiente familiar parecido. Él y yo tenemos una familia y no nos hace falta un certificado. Vivimos una vida tranquila, tomamos café con los amigos y paseamos a nuestros perros. Ésa es una vida de ensueño; les preparo fruta para el colegio, desayunamos juntos, les llevo al cole…