domingo, 25 de noviembre de 2012


                                                   


SONETO LXXII

Amor en mí se muestra todo fuego,
y en las entrañas de mi Luz es nieve;
fuego no hay, que ella no torne nieve
ni nieve, que no mude yo en mi fuego.

La fría zona abraso con mi fuego,
la ardiente mi Luz vuelve helada nieve;
pero no puedo yo encender su nieve,
ni ella entibiar la fuerza de mi fuego.

Contrastan igualmente hielo y llama;
que de otra suerte fuera el mundo hielo,
o su máquina toda viva llama.

Más fuera; porque ya resuelto en hielo,
o el corazón desvanecido en llama
ni temiera mi llama, ni su hielo.



martes, 13 de noviembre de 2012


Cuando vengo aquí, imagino que este es el lugar donde va a parar todo lo que he perdido desde la infancia. Me digo a mí misma que si eso fuera cierto y esperase el tiempo suficiente, vería como una diminuta figura aparece en el horizonte al final del prado y va haciéndose cada vez más grande hasta que veo que es él. Me saludaría con la mano y tal vez me hablaría. No permito que la fantasía vaya a más, no lo soportaría. Y me consuelo recordando que tuve suerte de pasar un tiempo con él. Todos cumplimos. Quizás nunca lleguemos a entender lo que hemos vivido. O quizás nos haya faltado tiempo.

jueves, 8 de noviembre de 2012

Seguramente eso de ser tan sentimental me está pasando factura.