domingo, 6 de septiembre de 2015

¿Qué es lo que no funciona? ¡Tantas cosas! La razón no sirve para captar la verdadera vida. El racionalismo de Descartes ya no satisface al hombre de nuestro siglo. Habría que intentar otro camino... El logos es una estafa perfecta, por eso, la auténtica vida nos resulta incomprensible, no alcanzamos a captar su verdadero sentido.  Así, desentendiéndote de las grandes discusiones, caminas sólo por esta vía de locura, resulta ser hasta más eficaz que el intelectual seriamente comprometido...
La conclusión es, sencillamente, una petición de ayuda y amor, una oración:
"ah, déjame entrar, déjame ver algún día como ven tus ojos".

Las dicotomías vida y muerte. Pero no advierte que haya matices, la sola elección vicia y enturbia lo elegible. Las contradicciones de la realidad, las opuestas perspectivas, la propuesta de la realidad parcelada y falseada. El si y el no es una limitación, dividir cosas que deberían estar unidas: la luz es continúa y discontinua. La loca lógica suele conducir a estas dicotomías, que desgarran la realidad:
"era lo que quería y quería lo que era".

La aceptación de la permanente dualidad, así llegará La Paz definitiva.

La vida es un absurdo, así que vivamos absurdamente. Intentar comprender lo que sucede, ordenarlo dentro de nuestros esquemas mentales es caer de manera vertiginosa en un mundo frío, deshumanizado y de abstracción.

Te sientes siempre fuera del centro, una descolocación, un orden al que es incapaz de precisar: "le iba a doler siempre no poder hacerse siquiera una noción de esa unidad que otras veces llamaba centro".
¿Qué es lo que hemos perdido? La pureza. Nostalgia de la unidad perdida. ¿Por qué hemos tenido que averiguar el Edén, vivir sumidos en la nostalgia del paraíso perdido, fabricar utopías, proponernos un futuro? Se puede matar todo menos la nostalgia del reino, la llevamos en el color de los ojos, en cada amor, en todo lo que profundamente atormenta y desata y engaña.

"No tengo ideas claras, ni siquiera tengo ideas. Hay jirones, impulsos, bloques y todo busca una forma, entonces entra en juego el ritmo y yo escribo dentro de ese ritmo, escribo por el, movido por el y no por eso que llaman pensamiento..."

Pero que te quise, y te quiero, aunque estemos destinados a no ser.