Hace de esto
semanas… Quizás meses. No lo sé. Pero hoy... todo el día ha sido raro. Lo veía
todo extraño, como por primera vez. Todo me parecía distinto..., demasiado
intenso, demasiado real. Hasta mis manos me parecían diferentes. En otros
momentos me parece ver lo que sucede como si hubiera sucedido hace mucho
tiempo. Y he estado todo el día furiosa contigo... y conmigo misma. Creí que me
alegraría de no volverte a ver o de no hablarte nunca más. Estaba tan
enfadada contigo... Supongo que ha sido una manera de no pensar en eso. De lo
más oportuna, la verdad...
Tú lo sabías antes
que yo. Ha ocurrido algo, ¿no? Y tú lo sabías antes que yo. Es como acercarse a
algo tan grande que no lo ves. Ni siquiera ahora estoy segura de verlo. Pero sé
que está ahí. Sé que está ahí porque me ha hecho comportarme de un modo
ridículo. Y tú, por supuesto... Pero lo de esta mañana... no he hecho nunca
nada semejante. Después estaba muy enfadada. Incluso mientras lo hacía. Me
decía a mí misma que te había dado un arma contra mí. Luego, esta noche, cuando
empezaba a entender... bueno, ¿cómo he podido ser tan ignorante sobre mí misma?
¿Y tan estúpida? Tú sabes de qué estoy hablando. Dime que lo sabes.
Tenía miedo de que
no compartieran algo, de que todas sus suposiciones fueran erróneas y de que
con sus palabras se hubiese aislado aún más y él la juzgara una idiota.