miércoles, 8 de abril de 2015

La chica rubia no quiere que le hagan más daño. Cuando salga de aquí seré el único hombre para la chica rubia, y ella nunca comerá nada que yo no le dé, y yo nunca le daré veneno sin antídoto.
Viviremos juntos, dormiremos juntos y nunca le abriremos la puerta a los extraños. En navidad organizaremos defensas antiaéreas para los regalos que no sean nuestros. No tendremos amigos y yo dispararé sobre sus enemigos y ella contra los míos indistintamente.
Por las mañanas la dejaré dormir. Las cicatrices de nuestros golpes no durarán más de una semana. Para cuando las desgracias vengan a visitarnos ya nos habremos mudado. Lavaré los platos y beberé cerveza mientras espero a que vuelva del trabajo. Cuando me pregunte cómo me ha ido siempre le diré que todo ha ido bien y ella nunca sabrá cuándo miento.
La chica rubia nunca tendrá que escalar la fachada porque yo siempre estaré en casa.